Hoy en Paraguay se celebra la fe. Es el día de nuestra Patrona La Virgen de Caacupé
El nombre Caacupé proviene de la palabra guaraní ka’a kupé,
que significa ‘detrás de la yerba’ o ‘detrás del bosque de yerba’. El término
ka’aguý significa ‘monte’ (en su acepción como ‘bosque’), y ka’á es ‘yerba
mate’. Se suele decir que Caacupé es la Capital Espiritual del Paraguay, porque
cuenta con el mayor santuario del país.
Leyenda
José. Había sido convertido al cristianismo por los misioneros
jesuitas Era un indio guaraní, converso de la misión franciscana de Tobatí, en
una ocasión, al volver de las selvas del Valle Ytú con un gran trozo de madera
de muy buena calidad, dijo que se había encontrado involuntariamente ante
indios de la tribu mbayá (tribu que había decidido pelear contra la
colonización española y portuguesa), a los que consideraba muy peligrosos. Dijo
haberle prometido a la Virgen María que si los mbayás no lo atrapaban,
esculpiría una imagen de ella y lo veneraría. Entonces dijo que se le apareció
la propia Virgen María en persona, que le gritó en guaraní: ¡Ka'aguý cupe-pe!, que
significa ‘¡[vete] detrás de los arbustos de yerba mate!’ (planta muy usada
como infusión en Paraguay, y que es uno de los principales productos que
exporta el país). El indio corrió, y encontró un grueso tronco tras el cual se
escondió. En ese momento prometió que con la madera del árbol protector
tallaría la imagen de la Virgen, si es que llega a salir con vida del trance.
Efectivamente los mbayás siguieron de largo sin advertir su presencia, y el
indio, agradecido, en cuanto pudo regresar, tomó del árbol la madera que
necesitaba para esculpir la estatua de madera.
El tronco le alcanzó para esculpir dos estatuas; la mayor fue
destinada a la Iglesia de Tobatí y la más pequeña la conservó el indio en su
poder, para su devoción personal.
Segunda parte de la leyenda
Los misioneros jesuitas decían que en el sitio preciso de la
aparición había brotado agua milagrosa, y que esa agua había ayudado a los
guaraníes a sobrevivir el calor del verano.
Años después, la gran inundación que creó el lago de Ypacaraý
amenazaba con destruir los poblados cercanos. Los frailes franciscanos,
acompañados de los habitantes de la región, organizaron rogativas pidiendo la
tranquilidad de las aguas. El padre Luis de Bolaños bendijo las aguas y —como
cada año— éstas retrocedieron hasta sus límites actuales. Pero en esta ocasión
apareció flotando la imagen de la Virgen, que los misioneros dijeron que era la
de la misión de Tobatí, la misma que el indio desconocido tallara años atrás.
Desde entonces el pueblo la llamó la Virgen de los Milagros.
El indio desconocido se había instalado con su familia en ese
sitio. Construyó un humilde oratorio, en torno al cual, con el correr de los
años, fue constituyéndose un poblado conocido primeramente como Los Ytuenses.
Hacia 1765, la zona ya era conocida como el Valle de Caacupé. El 4 de abril de
1770, se toma como referencia para la fundación del pueblo de Caacupé.
Descripción de los simbolismos de la imagen
Los tres círculos de estrellas, como enseña la Iglesia,
representa a María "virgen antes, durante y después del parto".
Su rostro moreno es cruce entre la raza indígena guaraní y la
raza blanca europea.
La mirada maternal de la virgen, cuida a sus hijos.
La estrella brillante de la corona recuerda a María “Estrella
de la mañana”: anuncia que la noche termina y amanece un nuevo día.
El pelo largo que cae por la espalda es propio de la mujer
aborigen.
Ella viste una lujosa túnica blanca y lleva sobre sus hombros
un exquisito manto azul celeste.
El manto está adornado con figuras de la flor
originaria de las zonas tropicales: “pasiflora”. Los aborígenes, en sus
migraciones, reconocían la fertilidad de la tierra por la presencia de esta
flor.
La imagen de la Virgen está de
pie, pisando una serpiente, sobre el globo terráqueo azul con tres estrellas
doradas, y la cinta con los colores de la bandera paraguaya. El simbolismo es múltiple:
ü Por un
lado, María vence a la maldad (la serpiente: figura mítica del mal que amenaza
a la humanidad),
ü Y supera
los ídolos paganos (las tres estrellas).
ü Por otro
lado, la cinta representa a María protegiendo al pueblo paraguayo.
Festividad
La popularidad de la Virgen de Caacupé en el territorio de la
República del Paraguay es la más importante dentro de devocionario católico de
la nación guaraní. Por tal motivo, esta imagen de la Virgen María está
consagrada como la Patrona y Señora Protectora de la República del Paraguay.
Tal título, es equivalente al que poseen la Virgen de Luján en la República
Argentina y Nuestra Señora Aparecida en la República Federativa del Brasil.
Las características de los pueblos del interior, así como su
identidad cultural o folklórica y la continuidad de la tradición española, se
manifiestan con la función patronal. La madre de los paraguayos, orar y/o pagar
la promesa el 8 de diciembre de cada año, su recordación popular, la que
comienza con nueve días de anticipación, durante los cuales se reza el rosario,
las campanas de la Iglesia en la hora cero acompañados de las estruendosas
explosiones de bombas, cohetes, fuegos artificiales, etc., como anuncio del
inicio de la Fiesta Patronal. La vigilia que se corona con la tradicional
Serenata a la Virgen: donde hay bailes típicos como "las galoperas",
grupos folklóricos, alguno de ellos con arpa paraguaya y con los mariachis
finaliza la serenata. Este último grupo musical ingresa al lugar cantando Las
mañanitas. Los devotos acompañan este canto, de esta manera especial, saludan y
homenajean a la Virgencita Azul. También en algunos lugares se prolonga 7 días
más.
Otra festividad que tiene como protagonista a la Virgen de
Caacupé, tiene lugar cada 16 de julio, fecha de conmemoración de la coronación
de la Virgen de Itatí en Argentina. En esa fecha, son programadas procesiones
náuticas sobre el Río Paraná, siendo su punto más importante el encuentro de
ambas vírgenes. Tras este encuentro, la procesión se inicia en el río, siguiendo
luego por tierra en el pueblo de Itatí.
Los paraguayos que se encuentran lejos de su tierra, recuerdan
esta festividad visitando y/o participando de una misa (las que tienen más
popularidad, son la de inicio -en la primera hora- y la central) de una iglesia
cercana bajo esta advocación o aquella que le es más significativa por motivos
sentimentales, afectivos o históricos. Si alguna institución paraguaya la tiene
como patrona, además de participar de una misa, llevan y traen la imagen de
esta Virgen en procesión en una iglesia, como describimos en el párrafo
anterior.
El papa Francisco elevó en su visita al Paraguay, este
santuario al rango de Basílica Menor, el decreto, fue leído al terminar la
celebración de la santa misa, el día sábado 11 de julio de 2015. Es la segunda
iglesia del Paraguay que cuenta con esta categoría.
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